Lisboa es una ciudad que se visita desde arriba, que se ve sin ser observado, que se saborea con la cabeza alta. De elevarse a las alturas se trata, por eso los miradores llevan nombres místicos, São Pedro de Alcântara, Graça, Nossa Senhora do Monte, Santa Justa, Castelo de São Jorge, Santa Luzia, etc.
Siete días de la semana, siete notas musicales, siete pecados capitales, siete colores, siete mares y siete colinas. La Biblia lo considera un número perfecto, y para los no católicos es mágico y místico.
A pesar de no ser el punto más alto de la ciudad, la Colina de San Jorge, tiene unas vistas fantásticas. Recorrer las callejuelas que rodean el castillo, parte del barrio de Alfama y de Mouraria es imprescinble.
No hay que andar mucho para descubrir el punto más alto, la colina más empinada de Lisboa. Junto al castillo se forma la Colina de San André.
Desde allí se observan las más maravillosas vistas que se puedan ver de la ciudad. Los Miradores de Graça y Nossa Senhora do Monte son dos buenos lugares para recibir y despedir el sol y para hacer balance o preparar un nuevo día.
Si bajamos unos metros llegamos a pleno barrio de Alfama. Situado en la Colina de San Vicente, domina todo el barrio, el Río Tajo, el Monasterio de San Vicente y el Panteón Nacional.
El Mirador das Portas do Sol y, sobre todo, el de Santa Luzia, es imprescindible. Guarda una decoración de azulejos del siglo XVIII y un pequeño jardín que invita al descanso y la contemplación.
Desde Graça Nada más bajarnos del útil y turístico Elevador de Santa Justa, pisamos la Colina das Chagas. Todo el Largo do Carmo es un gran mirador sobre el corazón de la ciudad. |
Allí, en el Bairro Alto, podemos visitar también la Colina de San Roque. El Lisboa más típico y el más moderno se encuentran a un golpe de vista desde el Mirador de San Pedro de Alcántara.
Justo enfretente de San Pedro de Alcántara se encuentra el Mirador menos visitado de Lisboa, el de Torel. Desde él podemos admirar todo el Bairro Alto. Este mirador se encuentra en la Colina de Santa Ana, el centro geográfico de Lisboa.
Y la Colina de Santa Cataria es especial para soñar. El Mirador con el mismo nombre, nos transporta en los barcos que entran o salen de la ciudad. Es muy frecuentado, no sólo porque su paisaje es espectacular sino porque es muy frecuentado por jóvenes lisboestas tanto de día como de noche.
Desde Sur do Monte |
Hay que llegar a Lisboa con los pies en el suelo pero nada más pisarla no olvides dar un paseo por las nubes.
Grante tío! Grande!
ResponderEliminarDan ganas de visitar Lisboa :-) Me gustan especialmente la primera (transmite calma) y la quinta (por el buen ojo en la combinación de colores).
ResponderEliminarUn abrazo.
Fantasticas fotos, tienen un aire tan entrañable. La ciudad pareciera que se hubiera detenido en el tiempo. Me quedo con la primera. Saludos.
ResponderEliminarLisboa nos espera...
ResponderEliminarMagistral! con pocas palabras y fantásticas fotografías se puede sentir la esencia de la ciudad tal como es. Enhorabuena!
ResponderEliminarVaya fotos!! más motivos para querer ir a Lisboa fotográficamente hablando :D enhorabuena
ResponderEliminarLisboa era mía, Lisboa eras tú....
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